sábado, 11 de marzo de 2017

LA OPERA

A: L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
Introduzione  all' opera

LA ÓPERA

INTRODUCCIÓN

La ópera, iniciada en torno al año 1600, se convertirá en uno de los hallazgos más relevantes de la Hª de la Música. Esto se debe a que, en efecto, la ópera permite a la música ligarse con la escena y con otras artes: baile, literatura, artes pictóricas, etc. Surge en Italia, intentando recuperar el teatro griego, y desde allí se extiende por toda Europa, convirtiéndose en el género musical que pasiones e interés desata. Hoy día sigue siendo un organismo vivo, en continua evolución. Aunque este tema se ocupa de la ópera del siglo XIX, haremos un pequeño repaso de cómo nació y cuál fue su evolución durante los dos siglos anteriores.


ESTRUCTURA DE UNA ÓPERA

La ópera es una forma musical narrativa que utiliza la representación escénica. Precisa de un escenario, orquesta, coro y solistas. Se desarrolla en varias partes:

  • Obertura: sección instrumental que da comienzo a la obra
  • Partes cantadas: en función del contenido del texto, pueden cantarse en forma de aria (melodías expresivas) o de recitativo (texto declamado). Si el aria es interpretada por dos cantantes, es un dúo. 
  • Preludios, Interludios y Postludios instrumentales: que se intercalan articulando las distintas partes de la obra.
  • Partes cantadas por un coro, empleado especialmente para representar multitudes de personajes.
  • Partes de danza: fragmentos instrumentales destinados a ser bailados por los artistas en algún momento de la representación.
  • La escenografía: es decir los decorados, luces, vestuario, etc. también juegan un papel muy importante, ya que no podemos olvidar que se trata de un “teatro” cantado. Desde hace unos años existe la tendencia de ambientar las óperas en épocas y/o lugares diferentes de los originales, para conseguir así dar un aire fresco a las obras.



VOCES DE LA ÓPERA


  • Femeninas: Soprano, Mezzosoprano y Contralto.
  • Masculinas.  Tenor (ligero, lírico, spinto, dramático) Barítono, Bajo.



EVOLUCIÓN DE LA ÓPERA: BARROCO Y CLASICISMO


a) El nacimiento durante el Primer Barroco.  

La ópera surge en el círculo cultural del Conde Bardi, en Florencia. La conocida como Camerata Fiorentina, que reunía nobles, sabios, filósofos, poetas y músicos, en su intento de resucitar el  teatro clásico griego, será el punto de partida del género operístico. Experimentos previos aparte, la primera gran ópera es Orfeo (1607) de Monteverdi, de temática mitológica. Que ya presenta un rico desarrollo instrumental y vocal. Del Barroco debemos destacar las óperas de Vivaldi o las óperas italianas de Haendel, en las que era frecuente que los papeles principales estuvieran interpretados por castrati, poseedores de una técnica vocal que les permitía cantar de modo muy virtuoso. A finales del Barroco se producirá el triunfo de un tipo de ópera de argumento cómico llamada ópera bufa. En contraposición a la ópera seria, la ópera bufa presentaba situaciones de la vida cotidiana con un estilo musical que la acercaba mucho más a los gustos del público popular.


b) La ópera en el siglo XVIII

La ópera, nacida en el Barroco al amparo de la aristocracia, experimentará durante el Clasicismo un cambio tendente a la naturalidad, eliminando los excesos barrocos y acercando los argumentos y personajes al nuevo público burgués.
En la ópera seria, el iniciador de esta reforma será Gluck (Orfeo y Eurídice) que hará la ópera más humana desechando los elementos fantásticos y artificiales del Barroco.
La ópera bufa se convertirá en el género operístico preferido del Clasicismo y culminará con la obra de Mozart (Las bodas de Fígaro, La flauta mágica,). Los argumentos recogen temas de la vida cotidiana dándoles un carácter cómico y a veces sentimental. Utiliza el idioma propio de cada país y en ocasiones sustituye los recitativos por diálogos hablados.


c) El BEL CANTO, Verdi y el verismo  

La ópera es una forma de expresión muy del gusto romántico. El Romanticismo (que ocupa buena parte del siglo XIX), aunque prefiere en general la mayor subjetividad de la música instrumental, no descuida los géneros vocales, fundamentalmente el lied y la ópera. En la ópera se traduce además, junto a otras (la preferencia por lo fantástico, por la libertad formal, por el individualismo, por el espíritu nacionalista…), una interesante característica romántica: el gusto extremista por lo grande y por lo pequeño. Lo grande está representado por la Gran Ópera de Meyerbeer y lo pequeño por géneros como la Ópera Cómica y la opereta de Offenbach. Al principio del siglo XIX se dan cambios menos claros, ya que se continúa una tradición operística dieciochesca. Debido a esto el romanticismo entra más lento y se mantiene la distinción entre ópera seria y bufa. La ópera que triunfa en Europa es la italiana, con grandes dificultades técnicas que requieren un gran virtuosismo de los solistas vocales. La burguesía se convierte en la gran promotora  de la ópera y la convierte en un acto social que se aprovechaba para el lucimiento individual de los asistentes.

A) EL BEL CANTO  

Se llama así al canto, en particular de las arias, de las óperas italianas de fines del XVIII y comienzos del XIX, donde encontramos melodías líricas y suaves, que fluyen dulcemente, en contraposición a las arias de bravura posteriores, más típicamente verdianas.  En el bel canto se usa la fuerza dramática de la voz, generalmente en tesituras muy agudas, para rivalizar con las sonoridades de la orquesta y su orígen ya lo encontramos en las arias del S. XVII Bel canto, entendido coloquialmente, hace pues referencia a una manera italiana de cantar, cálida, expresiva, con amplios pasajes de coloratura (pasajes de gran virtuosismo y rápidas vocalizaciones). Aunque, como hemos apuntado, tiene un origen barroco, frecuentemente su uso se circunscribe a los autores que vamos a comentar.  
GIOACHINO ROSSINI (1792- 1868)


Rossini representa el tránsito entre la ópera del XVIII y la del XIX, y es uno de los compositores más admirados durante este siglo. Si algo se trasluce de sus 32 óperas (todas ellas compuestas antes de sus 32 años) es su facilidad para crear melodías. Destacó en el género cómico, con óperas como El barbero de Sevilla o La Cenerentola, aunque también compuso importantes óperas serias, como Guillermo Tell. Podemos destacar estos rasgos de su música:

  • La melodía es intensa, espontánea y popular, concebida para deleitar y conmover, muy italiana. Esa melodía se apoya en texturas   sencillas y sobrias de la orquesta. 
  • Las arias siguen el modelo estereotipado de una introducción lenta, muy ornamentada, seguida de un allegro para los virtuosismos del cantante.

GAETANO DONIZETTI (1797–1848)

Dotado de un talento parecido para la melodía rotunda y exitosa, su obra está enraizada en la vida del pueblo italiano. Donizetti destacó sobre todo en el género cómico, con obras como L’Elisir d’amore y Don Pasquale.   


VICENZO BELLINI (1801–1835)

Bellini está ya más influido por el Romanticismo en los temas que trata y, sobre todo, en el fuerte apasionamiento y dramatismo que da a sus obras. Sus diez óperas pertenecen al género serio, destacando especialmente Norma, que se suele poner como ejemplo de ópera en la línea belcantista. Las cualidades que distinguen el estilo de Bellini son:
  • Melodías intensamente expresivas, muy amplias y sentimentales, como las de Chopin, amigo suyo. 
  • Una armonía refinada. 
  • Fuerte apasionamiento en su música.

B) VERDI

GIUSEPPE VERDI (1813–1901)  

G. Verdi es el gran maestro italiano de la ópera romántica, y alcanzó la gloria por su constante esfuerzo Hijo de un posadero, llegó a convertirse no sólo en el compositor más popular de Italia, sino el símbolo del ideal revolucionario de la unidad italiana (“Il Risorgimento”). De hecho, las letras de su apellido fueron las iniciales de un slogan monárquico: la gente coreaba “¡Viva Verdi!” (Viva Vittorio Emanuel Re d´Italia). Musicalmente, Verdi es heredero de la obra de Donizetti y Bellini.


Considera la ópera como un modo de contar el drama humano y, por ello reclama en sus libretos situaciones emocionales fuertes y violentas. Parte de temas de interés para el pueblo italiano, muchas veces relacionados con “Il Risorgimento”, y en consecuencia huye, a diferencia de Wagner, de asuntos de tipo mitológico.  Este afán dramático se lleva a cabo fundamentalmente a través de la melodía vocal directa y sencilla, en oposición a la exuberancia orquestal y coral de la Gran Ópera francesa. Podemos resumir así las cualidades de su obra: Predominio de la voz humana sobre la orquesta y, por ello, subordinación de todo a la representación de lo humano. Importancia del coro, como en casi toda la ópera romántica.  Sus óperas suelen tener una división cuaternaria, es decir, cuatro actos (o tres introducidos por un prólogo). Riqueza colorística en el uso de la orquesta. Su extensa obra se suele dividir en tres períodos:

  • Primer periodo: Se le denomina  patriótico por su compromiso con la libertad del pueblo italiano dominado entonces por Austria. Bajo la influencia de Rossini, Verdi compuso Rigoletto, La traviata y El trovador.
  • Segundo periodo: En este período de madurez Verdi se muestra preocupado por la unidad dramática y por la caracterización psicológica de los personajes. Sus temas son más elaborados y se dirigen a un público más entendido. De este período son Simón Bocanegra, La fuerza del destino y Don Carlos.
  • Tercer periodo: En este último periodo de conclusión escribe Aída para la inauguración del canal de Suez, Otello, que es el símbolo del género trágico y Falstaf, que es el símbolo del género cómico.

C) EL VERISMO  

Como manera de reaccionar a los excesos románticos, a su idealismo y fantasía, surge a fines del XIX en Italia el llamado verismo, término que podría traducirse como  “realismo” o “naturalismo”. En efecto, escritores franceses como Balzac y E. Zola habían cultivado una literatura descarnada, que pintaba la realidad tal cual era, con una abundante carga de crítica social, sin maquillarla con idealizaciones.  La ópera se hace eco de esta corriente y nos encontramos con libretos que hablan de gente corriente movida por emociones primitivas, una reacción contra las emociones exaltadas de la ópera de Verdi y contra la irrealidad del drama musical de Wagner. Con el verismo se cierra el gran período de la creación romántica italiana en ópera, y está representado por Giacomo PUCCINI y Pietro MASCAGNI. MASCAGNI (1863-1945) destaca por Caballería rusticana, que narra una historia de infidelidad y venganza en un pueblo siciliano, en un solo acto.
PUCCINI es el último compositor italiano importante dentro del mundo operístico. Es en gran parte verista, pero no totalmente, dado que muchas de sus obras son de ambiente fantástico, como su obra cumbre, Turandot, que es una leyenda mítica ambientada en China. Otras obras importantes son: La Bohème, Tosca, Gianni Schicchi  y Madame Butterfly . Las características de su obra son:

  • Los protagonistas son gente humilde.
  • La orquestación es muy rica y compleja.
  • Sus melodías son su punto fuerte, de gran belleza y fuerza expresiva.



GIACOMO PUCCINI

(Lucca, actual Italia, 1858-Bruselas, 1924) Compositor italiano. Heredero de la gran tradición lírica italiana, pero al mismo tiempo abierto a otras corrientes y estilos propios del cambio de siglo, Puccini se convirtió en el gran dominador de la escena lírica internacional durante los primeros decenios del siglo XX. No fue un creador prolífico: sin contar algunas escasas piezas instrumentales y algunas religiosas compuestas en su juventud, doce óperas conforman el grueso de su producción, cifra insignificante en comparación con las de sus predecesores, pero suficiente para hacer de él un autor clave del repertorio operístico y uno de los más apreciados y aplaudidos por el público.

Giacomo Puccini nació en el seno de una familia alguno de cuyos miembros desde el siglo XVIII había ocupado el puesto de maestro de capilla de la catedral de Lucca. A la muerte de su padre, Michele, en 1863, el pequeño Giacomo, pese a no haber demostrado un especial talento músico, fue destinado a seguir la tradición familiar, por lo que empezó a recibir lecciones de su tío Fortunato Magi, con resultados poco esperanzadores. 
Fue a la edad de quince años cuando el director del Instituto de Música Pacini de Lucca, Carlo Angeloni, consiguió despertar su interés por el mundo de los sonidos. Puccini se reveló entonces como un buen pianista y organista cuya presencia se disputaban los principales salones e iglesias de la ciudad.

En 1876, la audición en Pisa de la Aida verdiana constituyó una auténtica revelación para él; bajo su influencia, decidió dedicar todos sus esfuerzos a la composición operística, aunque ello implicara abandonar la tradición familiar. Sus años de estudio en el Conservatorio de Milán le confirmaron en esta decisión. Amilcare  Ponchielli, su maestro, lo animó a componer su primera obra para la escena: Le villi, ópera en un acto estrenada en 1884 con un éxito más que apreciable.

Con su tercera ópera, Manon Lescaut, Puccini encontró ya su propia voz. El estreno de la obra supuso su consagración, confirmada por su posterior trabajo, La bohème, una de sus realizaciones más aclamadas. En 1900 vio la luz la ópera más dramática de su catálogo, Tosca, y cuatro años más tarde la exótica Madama Butterfly.

Su estilo, caracterizado por combinar con habilidad elementos estilísticos de diferentes procedencias, ya estaba plenamente configurado. En él la tradición vocal italiana se integraba en un discurso musical fluido y continuo en el que se diluían las diferencias entre los distintos números de la partitura, al mismo tiempo que se hacía un uso discreto de algunos temas recurrentes a la manera wagneriana. A ello hay que añadir el personal e inconfundible sentido melódico de su autor, una de las claves de la gran aceptación que siempre ha tenido entre el público.

Sin embargo, a pesar de su éxito, tras Madama Butterfly Puccini se vio impelido a renovar un lenguaje que amenazaba con convertirse en una mera fórmula. Con La fanciulla del West inició esta nueva etapa, caracterizada por conceder mayor importancia a la orquesta y por abrirse a armonías nuevas, en ocasiones en los límites de la tonalidad, que revelaban el interés del compositor por la música de Debussy y Schönberg. En la misma senda, el músico de Lucca promovió la renovación de los argumentos de sus óperas, se distanció de los temas convencionales tratados por otros compositores y abogó por un mayor realismo.
Todas estas novedades contribuyeron a que sus nuevas óperas, entre ellas las que integran Il trittico, no alcanzaran, pese a su calidad, el mismo grado de popularidad que sus obras anteriores. Su última ópera, la más moderna y arriesgada de cuantas escribió, Turandot, quedó inconclusa a su muerte. La tarea de darle cima, a partir de los esbozos dejados por el maestro, correspondió a Franco Alfano.


EL DRAMA MUSICAL DE WAGNER  


RICHARD WAGNER

Richard Wagner (1813–1883) fue el compositor más destacado de la ópera alemana y una de las figuras esenciales de la música del XIX. Hombre culto, orgulloso y egocéntrico, ha sido, sin embargo, uno de los más grandes músicos de la historia, fundamentalmente por tres razones:

  1. Culminó la ópera romántica alemana como lo hiciera Verdi con la italiana.
  2. Creó una forma nueva, el drama musical.
  3. Revolucionó las reglas de la armonía contribuyendo a la disolución de la tonalidad y ayudando así a las nuevas tendencias que se desarrollarían en el XX.

Además, sus escritos ejercieron considerable influencia en el arte, en general, de su época. Wagner creía que la música debía servir a los fines de la expresión dramática, lo que le llevó a escribir sólo música teatral. Concibe la ópera como la “obra de arte total”, que se dirige a todos los sentidos del espectador:

  • La Poesía es la encargada de coordinar la acción general de la obra y se dirige a la inteligencia.
  • La Música se subordina a la Poesía para aumentar su fuerza y se dirige a los sentimientos.
  • Las Artes plásticas (decorados, vestidos, escenografías…) completan la acción de la Poesía y la Música creando un cuadro escénico armónico con el drama que se representa y dirigiéndose a los sentidos.

Por este motivo, Wagner se convierte, además de en compositor, en su propio libretista (el que escribe el texto de la ópera) y en diseñador de sus decorados. La representación de sus óperas suele comportar problemas en los teatros acostumbrados a otros tipos de obra, ya que precisan de unos escenarios muy espectaculares.


Las óperas de Wagner se diferencian de las italianas en los siguientes rasgos:  
  • Los protagonistas son personajes legendarios, extraídos normalmente de la mitología nórdica y germánica (la única excepción es Los Maestros Cantores de Nüremberg , que es también su única ópera cómica).
  • La melodía deja de tener como finalidad el lucimiento de las voces solistas y busca sólo la unión con el texto poético. Utiliza la “melodía infinita”, sin un fraseo regular que marque cadencias claras.

Wagner hace un tratamiento armónico de la música utilizando muchas disonancias que hacen realmente complicado saber en qué tonalidad está en cada momento la obra.
Abandona las formas cerradas de la ópera italiana y francesa (arias, dúos, recitativos…), y de esta manera la parte musical no se detiene. La división de la ópera se hace siguiendo el drama argumental y no por partes musicales.

Aunque ya se había utilizado antes de Wagner, es él quien consolida el leitmotiv, basado en la asociación de ideas; una música escuchada en un momento especial muy determinado recordará siempre este momento cuando se vuelva a escuchar. Los principales personajes, objetos e ideales de las obras de Wagner tienen asociado un elemento musical muy breve fácilmente reconocible por el público cada vez que se escucha. Pero el leitmotiv no es una mera cita musical sino que puede transformarse, mezclarse con otros, variarse. Otros compositores (como Berlioz) habían empleado recursos parecidos, pero en ellos eran recursos excepcionales, no algo fundamental cono en la ópera wagneriana.

La orquesta deja de tener el papel de acompañamiento instrumental y adquiere un papel protagonista, con grandes efectos colorísticos y dinámicos.

Los periodos de su obra son: 

  • Primero: A este periodo pertenecen sus primeras obras como Rienzi. A partir de El holandés errante comienza a usar las leyendas germánicas.
  • Segundo: Con Tannhauser , que trata de leyendas del medioevo y el tema del amor.
  • Tercero: Aquí destaca Tristan e Isolda y el ciclo denominado El anillo de los Nibelungos , que consta de cuatro obras: El oro del Rhin, La walkiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses.

CANTANTES FAMOSOS


Enrico Caruso

Nace 25 de febrero 1.873 en Nápoles, Italia. Trasciende el 2 de agosto 1.921 en Nápoles
Tenor dramático.

Miguel Fleta

Nace 28 de diciembre  1.897 en  Alabate de Cinca, España.
Trasciende el 20 de mayo 1938 en La Coruña, España  Tenor spinto.

Hipólito Lázaro

Nace el 13 de septiembre de 1887 en Barcelona, España.
Trasciende 14 de Mayo de 1974 en Barcelona. Tenor lírico.

Beniamino Gigli

Nace el 20 de marzo de 1890 en Recanate, Italia.
Trasciende el 30 de noviembre de 1957 en Roma. Tenor lírico.

Andrea Boccelli

Nace en Pisa, Italia el 22 de septiembre de 1958.
Tenor lírico, escritor y productor.

Roberto Alagna

Nace 7 de julio 1953 en Clichi-sous – Bois, Francia.
Tenor lírico.

Plácido Domingo

Nace 21 de enero de 1941 en Retiro, Madrid, España.
Tenor spinto, productor, director y compositor.

Josep Ma Carreras

Nace el 5 de diciembre de 1946 en Sants, Barcelona, España.
Tenor spinto, productor.

Alfredo Kraus

Nace el 24 de noviembre de 1927 en Las Palmas de Gran Canaria, España.
Trasciende el 10 de septiembre de 1999 en Madrid. Tenor ligero, profesor de canto.

Franco Corelli

Nace el 8 de abril de 1921 en Ancona, Italia.
Trasciende el 29 de octubre de 2003 en Milán, Italia. Tenor spinto.

Nicolai Gedda

Nace el 11 de julio de 1925 en Estocolmo, Suecia. Tenor ligero, concertista.

Juan Diego Flores

Nace el 13 de enero de 1953 3n Lima, Perú. Tenor ligero.

Tita Ruffo

Nace el 9 de junio de 1877 en Pisa, Italia. Trasciende el 5 de julio de 1953 en Florencia, Italia. Barítono.

Luciano Pavarotti

Nace el 12 de octubre de 1935 en Módena, Italia. Trasciende el 6 de septiembre del 2007 en Módena. Tenor ligero.

Rolando Villazón

Nace el 22 de febrero de 1972 en ciudad de México. Tenor Spinto.

Mario Del Mónaco

Nace el 27 de julio de 1915 en Florencia, Italia. Trasciende el 16 de octubre de 1982 en Mestre, Italia. Tenor dramático.

1.Richard Tucker –  2.Mario Lanza

1. Nace el 28 de agosto de 1913 en Nueva York. Trasciende 8 de enero de 1975 en Kalamazo, Michigan. USA. Tenor lírico.
2. Alfredo Arnoldo Cocozza (Mario Lanza) Nace en Philadelfia el 31 de enero de 1921. Trasciende el 7 de octubre de 1959 en Roma, Italia. Tenor lírico.

Carlos Julio Ramirez

Nace en Tocaima, Colombia el 4 de agosto de 1916. Trasciende el  12 de diciembre de 1986 en Miami, USA. Barítono.


Alfredo Sánchez Luna (Alfredo Sadel)

Nace en Caracas, Venezuela el 22 de febrero de 1930. Trasciende en Caracas, el 28 de junio de 1989. Tenor lírico.

Tito Schipa (Raffaelle Atillio Schipa)

Nace el 27 de diciembre de 1888 en Lecce, Italia. Trasciende el 16 de diciembre de 1965 en Nueva York. Tenor lírico.

Giuseppe Di Steffano

Nace el 24 de julio de 1921 en Motta Sant´Anastacia, Italia. Trasciende el 3 de marzo de 2008 en Santa María Hoé, Italia. Tenor lírico.

Tito Gobi

Nace el  24 de octubre de 1913 en Bassano del Grappa, Italia. Trasciende el 5 de marzo de 1984 en Roma. Barítono.

Jaume Aragall

Nace el 6 de junio de 1939 en Barcelona, España. Tenor lírico.

Jussi Björling

Nace el 5 de febrero de 1911 en Borlänge, Suecia. Trasciende el 9 de septiembre de 1960 en Estocolomo, Suecia. Tenor lírico.

DIVAS FAMOSAS DEL BEL CANTO


MARIA CALLAS

María Ana Sofía Cecilia Kalogeropoulos: Nace en Nueva York en 1923 y trasciende en París en 1977. Soprano estadounidense  de origen griego. Verista, portentosa voz, capaz de muchos matices y colores.

KIRI TE KANAWA

Nace en Gisborne, Auckland 1044. Soprano Neozelandesa.

JOAN SUTHERLAND

Nace en 1926 en Australia, trasciende 2010 en Suiza.

CECILIA BARTOLI

Nace en Roma en 1966. Soprano italiana.

MONSERRAT CABALLÉ

Nace en Barcelona en 1933, Soprano española de bello pianísimo en los agudos.

ANA NATREBKO

Nace en 1971 en Rusia. Soprano.

TERESA BERGANZA

Nace en Madrid en 1935. Mezzosoprano española.

DEYCE GRAVES

Nace en Washington en 1964. Mezzosoprano.


DIRECTORES DE ORQUESTA ÍCONOS DE LA ÓPERA


ZUBIN MEHTA

(Bombay, 1936) Director de orquesta indio. Hijo de Mehli Mehta, fundador de la Orquesta Sinfónica de Bombay, Zubin Mehta realizó sus primeros estudios de piano y violín con su padre. A los 18 años abandonó sus estudios de medicina en India para asistir a las clases de dirección orquestal de Hans Swarowsky en la Academia de Música de Viena, donde, además, fue contrabajista de la orquesta de estudiantes.

Su carrera como director se desarrolló con rapidez, sucediéndose las titularidades en las más prestigiosas orquestas del mundo. En 1958 ganó el concurso de dirección organizado por la Real Filarmónica de Liverpool. El premio incluía un año como ayudante del director Charles Groves. En 1959 dirigió la Orquesta Filarmónica de Viena y en 1962 se puso al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, donde permaneció 16 años, puesto que simultaneó entre 1961 y 1967 con el de director musical de la Orquesta Sinfónica de Montreal. Su forma espectacular de dirigir y su versatilidad, que lo hacía apto para cualquier repertorio, desde el clasicismo hasta las más intrincadas partituras contemporáneas, le convirtieron en uno de los directores favoritos de los melómanos.


Tras su cese en la Filarmónica de Los Ángeles en 1978, sucedió a Pierre Boulez como titular de la Filarmónica de Nueva York. Su éxito al frente de esta orquesta, una de las más importantes del mundo, hizo que se le renovasen sus contratos hasta 1990, con lo que se convirtió en el director que más tiempo había permanecido al frente de esta orquesta. También su relación con la Filarmónica de Israel ha sido muy estrecha: en 1969 fue nombrado consejero musical de la Filarmónica de Israel y en 1981 fue distinguido con el cargo de director vitalicio (fue el primero en dirigir una ópera de Wagner en territorio israelí). En 1998 asumió el cargo de director musical de la Ópera Estatal de Baviera, en Munich. Con los años se ha ido decantando cada vez más hacia el repertorio lírico. Zubin Mehta ha destacado siempre por su activismo por la paz y los derechos humanos. Uno de los primeros conciertos que dirigió, cuando contaba 20 años, tuvo como escenario un campo de refugiados húngaros en Austria. Se negó a dirigir en Sudáfrica como muestra de su rechazo al apartheid y promovió diversos espectáculos en Estados Unidos contra el uso de armamento nuclear. Ha dirigido conciertos en Belén durante la guerra de los Seis Días y, en Buenos Aires, tras la derrota de las Malvinas. Su imagen dio la vuelta al mundo cuando, con una máscara antigás al cuello, visitó Tel Aviv durante la guerra del Golfo Pérsico, al igual que cuando dirigió en 1994 un concierto patrocinado por Naciones Unidas en las ruinas de la Biblioteca Nacional de Sarajevo, en el que participaron José Carreras, Ruggero Raimondi, Cecilia Gasdin e Ildig Kamlosi.

GUSTAVO DUDAMEL RAMIREZ

Nace en Barquisimeto, Venezuela el 26 de enero de 1981.
Músico y compositor considerado uno de los directores de orquesta más fascinantes y carismáticos de la actualidad, se refieren a él como “El hombre que rejuvenece la música clásica" y es calificado como un genio musical. Es hijo de Oscar Dudamel Vásquez y Solange Ramirez Viloria, una pareja de músicos que asistían cuando jóvenes al Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, tal como lo hizo Gustavo Dudamel desde muy pequeño. Dudamel estudió en el colegio San Pedro en su ciudad natal Barquisimeto, donde se destacó en deportes y en música.

Estudió violín y composición musical. Asistió al Conservatorio Jacinto Lara, con el profesor José Luis Jiménez y luego continuó el estudio del violín en la Academia Latinoamericana de Violín con el Maestro José Francisco Del Castillo. En 1995 empezó a estudiar dirección de orquesta, con Rodolfo Saglimbeni, luego con José Antonio Abreu. Durante muchos años fue solista de la Sinfónica Infantil de Venezuela, destacándose desde muy temprano como compositor de pequeños ensambles. Realizaba sus prácticas como director con su mejor amigo “ponía un disco, le pedía que se sentara y le decía hoy vas a ser un público de mil personas para mí, y él empezaba a dirigir”. En 1999, lo designaron como director de música de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y de la Orquesta Sinfónica Nacional de la Juventud de Venezuela.

Gustavo Dudamel se dió a conocer después de ganar el concurso de dirección Gustav Mahler de la Sinfónica de Bamberg (Alemania) en mayo de 2004. En 2005 realizó su debut en los Proms de Londres y recibió el Premio Anillo de Beethoven, creado por la Sociedad de amigos del Festival internacional de Beethoven de Bonn. En 2006 también fue nombrado director principal de Orquesta Sinfónica de Gotemburgo (Göteborgs Symfoniker). En mayo de 2007, la organización Unión Latina le concedió el Premio de la Latinidad, un reconocimiento otorgado por contribución excepcional a la vida cultural latina. En 2008, el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV), del que la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar forma parte, recibió el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En 2007 Gustavo Dudamel obtuvo el Premio a Jóvenes Artistas concedido por la Royal Philharmonic Society y, más recientemente, fue galardonado junto con su mentor, el maestro José Antonio Abreu, con el “Premio Q” otorgado por la Universidad de Harvard por servicios excepcionales a la infancia.



En el 2009 comenzó su etapa como director musical de la Filarmónica de Los Angeles. Asimismo, en ese mismo año dirigió la Staatskapelle Berlin, la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta Filarmonía en el Reino Unido, la Orquesta Filarmónica de la Scala, la Filarmónica de Berlín, la Staatsoper en Berlín, la Orquesta Filarmónica de Viena, entre otras. Artista exclusivo de Deutsche Grammophon desde 2005, tiene numerosas grabaciones con el sello que incluyen desde La consagración de la primavera de Stravinksy hasta las sinfonías Nos. 3, 5 y 7 de Beethoven. En el año 2012, Dudamel y la Filarmónica de Los Angeles ganaron el Grammy a la Mejor Interpretación Orquestal por su grabación en vivo de la Sinfonía No. 4 de Brahms, también, se lanzó un LP de la Sinfonía No. 3 de Mendelssohn con la Filarmónica de Viena, y los ingresos fueron donados para la compra de instrumentos para los jóvenes músicos de El Sistema en San Vicente, Venezuela.

Varios videos capturan la emoción de importantes conciertos en la vida musical de Gustavo Dudamel, entre ellos el Concierto inaugural que documenta su primer concierto como Director Musical de la Filarmónica de Los Angeles en 2009, el Concierto de gala del año nuevo 2011 con la Filarmónica de Berlín, y un Concierto de cumpleaños para el Papa Benedicto XVI, entre otros. En junio de 2011, el documental Que los niños jueguen, con Dudamel, se presentó en más de 500 cines en los Estados Unidos. Gustavo Dudamel ha aparecido tres veces en 60 Minutes de CBS, y en 201 protagonizó un especial de PBS, Dudamel: Dirigiendo una vida, con Tavis Smiley. En febrero de 2012, apareció en un programa de Plaza Sésamo junto a Elmo.

Es uno de los directores más condecorados de su generación. Fue nombrado Artista del Año Gramophone, y es miembro de la Real Academia Sueca de Música a raíz de sus "eminentes méritos en el arte musical." Ha recibido el Premio Eugene McDermott en las Artes otorgado por MIT. Dudamel también fue otorgado el título de Chevalier Dans l’Ordre des Arts et des Lettres en París en 2009, y recibió un doctorado honorario de la Universidad Centro-Occidental Alvarado Lisandro en su ciudad natal, Barquisimeto. y de la Universidad del Zulia (LUZ). En 2008, la Orquesta Juvenil Simón Bolívar fue galardonada con el prestigioso premio Príncipe de Asturias en las Artes que se otorga anualmente en España. Asimismo, Dudamel recibió, junto con su mentor José Antonio Abreu, el Premio Q de la Universidad de Harvard por su extraordinaria labor humanitaria y servicio a los niños. Fue condecorado, en Venezuela, con la Orden Francisco de Miranda en su Primera Clase. En el año 2012 ganó el Grammy Award a la mejor interpretación orquestal, junto a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. 

HERBERT VON KARAJAN

(Nace en Salzburgo, actual Austria, 1908 - Anif, id., 1989)
Director de orquesta austriaco. Reverenciado y detestado, siempre polémico, si hay un músico que represente mejor que nadie la dirección orquestal durante el siglo XX, ése ha sido Von Karajan. Por un lado su carisma, su forma apasionada de acercarse a la música, su capacidad única para arrancar las más brillantes sonoridades a la orquesta (aunque basado en una realidad, se ha convertido ya en un tópico hablar del «sonido Karajan») y, por otro, tanto su culto a la técnica y los estudios de grabación como su profundo conocimiento del mercado discográfico lo convirtieron en la batuta más popular y aclamada de toda la centuria y también en una de las más vilipendiadas por quienes le criticaban su afán megalómano, su superficialidad a la hora de afrontar el repertorio y su conservadurismo estético, cerrado a las nuevas corrientes musicales de su tiempo. Acusaciones estas que, siendo ciertas en el fondo, no pueden hacer olvidar su magisterio en la interpretación de las grandes obras del repertorio sinfónico y operístico romántico, con Beethoven, Chaikovski y Richard Strauss a la cabeza.

La música fue algo habitual para Karajan desde su más tierna infancia: su padre era clarinetista aficionado y su hermano, organista. El primer instrumento del pequeño Herbert fue el piano, en cuya práctica se inició en el prestigioso Mozarteum de su ciudad natal.

Alentado por su maestro Bernhard Paumgartner, se trasladó a Viena, donde su interés derivó hacia la dirección orquestal. Su debut en tal disciplina, al frente de una orquesta de estudiantes, tuvo lugar en la Academia de Música de la capital austriaca en 1928. El oficial, al frente de una orquesta profesional, la de Salzburgo, se produjo poco después, en 1929, año, además, en que fue nombrado director de orquesta del modesto teatro de la Ópera de Ulm, cargo en el que permaneció hasta 1934 y en el cual adquirió, mediante la práctica diaria, la experiencia y técnica indispensables para abordar destinos y metas más altos.



Durante el III Reich, en un momento en que las mejores batutas (Erich Kleiber, Bruno Walter, Otto Klemperer) se hallaban en el exilio, Von Karajan se confirmó como la nueva promesa de la escuela directorial germánica. En esa época debutó en las óperas de Viena (1937) y Berlín (1938), la segunda de las cuales dirigió como titular desde 1939 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. La derrota de Alemania frenó temporalmente su carrera al serle prohibida toda actuación por su clara vinculación al régimen hitleriano.
Este veto se mantuvo hasta 1947, año a partir del cual puede decirse que el fenómeno Karajan alcanza toda su magnitud. En este sentido, tiene especial trascendencia el año 1948, cuando, a instancias del productor discográfico británico Walter Legge, fue nombrado titular de la Philharmonic Orchestra de Londres, con la que realizó una larga serie de grabaciones que hicieron de él una estrella internacional.
A la muerte de Wilhelm Furtwängler en 1954, Von Karajan abandonó la formación londinense para aceptar la dirección de la Filarmónica de Berlín, la orquesta cuya dirección había constituido desde siempre uno de sus más anhelados objetivos y al frente de la que ya había debutado en 1938. Desde 1955 hasta 1989, cuando presentó su dimisión por motivos de salud, fue titular de esta formación, una de las más prestigiosas del mundo. Con ella, así como con la Filarmónica de Viena, realizó sus mejores grabaciones discográficas, con un repertorio que abarcaba desde la música de autores barrocos, como Johann Sebastian Bach, hasta alguna incursión en el repertorio contemporáneo, con obras de Stravinski y la Segunda Escuela de Viena. Siempre curioso e interesado por los avances y nuevas técnicas, en 1982 grabó el primer disco compacto preparado para lectura de rayos láser.

Herbert von Karajan fue también poseedor de una considerable fortuna, conseguida a través de diversos negocios: entre ellos, la poderosa compañía discográfica Deutsche Grammophon, en la que un tercio de sus beneficios dependían de sus grabaciones; una agencia artística que contrataba los mejores intérpretes actuales; la compañía Telemondial, productora de películas y videos musicales; la americana Columbia Artist Management INC; y los Festivales de Pascua y Pentecostés de Salzburgo, que él mismo dirigió. Aunque tras su muerte la calidad de su legado ha sido cuestionada por algunos críticos, lo cierto es que Von Karajan es, por derecho propio, uno de los mayores directores que ha dado el siglo XX.

SEIJI OSAWA

(Shenyang, 1935) Músico y director de orquesta japonés de origen chino. Desde muy niño comenzó a estudiar música y se graduó en la Escuela de Música Toho de Tokio. La fama le llegó al ganar en 1959 el Concurso Internacional de Directores de Orquesta celebrado en Besançon (Francia), con lo que llamó la atención del entonces director de la Sinfónica de Boston, Charles Munch, quien le invitó a trasladarse al Tanglewood Music Center para ampliar su formación.

De allí pasó a Berlín, bajo la tutela de Herbert von Karajan, momento en el que Leonard Bernstein se interesó por el músico japonés y le encargó la dirección de la Filarmónica de Nueva York durante la temporada 61-62, año en el que se consagró definitivamente al debutar con la Sinfónica de San Francisco.

En 1973 fue nombrado decimotercer director titular de la Sinfónica de Boston, considerada una de las grandes orquestas del mundo. Al frente de ésta, Ozawa ha realizado un trabajo excepcional, no sólo en lo que se refiere a la grabación de discos, sino en el ingente número de conciertos que ofrece anualmente por todo el mundo, puesto que su actividad no se ha limitado a los Estados Unidos, sino que se extiende por Sudamérica, Europa, China y Japón.



En 1993 se cumplieron los veinte años al frente de la orquesta, aniversario celebrado con una gira europea que cosechó considerable éxito de crítica y público. Además, Seiji Ozawa ha dirigido en numerosas ocasiones la Filarmónica de Berlín, la Nueva Filarmónica de Japón, la Sinfónica de Londres y la Orquesta Nacional de Francia; también La Scala y la Staatsoper Wien, la Opera de París, Salzburgo y Covent Garden.

Es doctor honorario en Música por la Universidad de Massachusetts, el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra y el Wheaton College de Norton, Massachusetts, y fundador del Festival Saito Kinen en Matsumoto, que se celebró en Japón por vez primera en el 92. Tabién ha sido galardonado con el premio Emmy por la serie de televisión Evening at Symphony de la Orquesta Sinfónica de Boston. En 2002 dirigió el célebre concierto de Año Nuevo en Viena.

LEONARD BERNSTEIN

(Lawrence, Massachusetts, EE UU, 1918-Nueva York, 1990) Director de orquesta, pianista y compositor estadounidense. Nacido en el seno de una familia de judíos rusos emigrados, fue el primer director de orquesta de Estados Unidos que alcanzó renombre universal.

Músico polifacético, sus dotes y su innegable talento no sólo le permitieron brillar en el campo de la interpretación, sino que también consiguió triunfar en la composición, tanto en la llamada «seria» como en la comedia musical. Dos de sus incursiones en este último género, On the Town (1944) y West Side Story (1957), ambas popularizadas por el cine, le procuraron un amplio reconocimiento entre el público.

Los primeros pasos de Bernstein como director de orquesta estuvieron alentados por Serge Koussevitzky, su mentor en su etapa de estudiante en Tanglewood. En esta faceta, su defensa de una interpretación abiertamente subjetiva, dentro de la más pura tradición romántica, le hacía obtener sus mejores frutos en las obras de compositores con un alto componente expresivo en su música, como Franz Liszt (su versión de la Sinfonía Fausto es un clásico de la fonografía), Gustav Mahler o Dimitri Shostakovich, mientras que en el repertorio clásico sus logros, pese a ser apreciables, no alcanzaban idéntica altura.



Además, Bernstein fue un entusiasta defensor y divulgador de la nueva música estadounidense: autores como Aaron Copland, Charles Ives y Gershwin formaron parte de sus programas de concierto hasta su muerte.

Fiel reflejo de sus variadas aficiones y gustos, que en música se extendían desde el clasicismo de Haydn hasta el jazz, el estilo del Bernstein compositor se distingue por su eclecticismo. 

Una ópera, A Quiet Place (1984), tres sinfonías de amplias proporciones (1942, 1949 y 1963), una Serenade (1954) y varias canciones constituyen lo más granado de su catálogo. Sin embargo, a pesar de su apreciable valor, ninguna de estas partituras ha alcanzado el nivel de popularidad de sus comedias musicales.

Caballeros Masones Élus Cohen
Felas du Richard
2016

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