domingo, 19 de abril de 2015

EL ORGULLO DE SER MASONES

A: L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

Por: Felas du Richard, I:.P:. Caballeros Masones Élus Cohen del Universo


El masón es esencia humana convencional, patrimonio de los defectos y las virtudes, noble personaje que ha tomado la decisión de trascender a la arrogancia, a lo urgente, a la desigualdad, a la hipocresía, a la superstición, a los sofismas, a la segregación, a la opresión, a la indiferencia, a la ignorancia. Es un caballero cabalgando su acervo cultural mientras perfecciona su estereotipado coeficiente emocional. Es un ser  socialmente integro quien en el silencio de su humildad ha dispuesto reencontrarse con el vértice de su atributo divino. Es un templo que sintetiza al universo, a la humanidad y a la molécula básica de su identidad. Es un hombre que no deserta del mundo sino que lucha por su reintegración personal y por su identidad gregaria en un ambiente de justicia, rectitud,  libertad y respeto por cada una de las partes del intrínseco rompecabezas de su complejo pero descifrable código de convivencia. 

Prudencia & Pulcritud

La Masonería es nuestra empírea morada que separa lo urgente de lo importante revestida de símbolos, valores, principios y  altruistas metas de continuidad. Es la pragmática madre de los tiempos que nos inicia en la universidad de la vida:

* Cuando nuestros ideales se han construido indestructiblemente con la fuerza de la convicción, el poder de la verdad  y la expresión de la grandeza,  reflejo emanado de la  fuente inagotable de El Gran Arquitecto del Universo, D´s,  El Emanador, Principio Superno y  Vital de la Existencia. (H:.G:.A:.G:.A:.D:.U:.)

* Cuando somos libres y podemos tomar íntegra y cabalmente nuestras propias decisiones. Libres para pensar y disentir. Libres para actuar con cordura y sin fanatismo en materia de religión, política o creencias aprendidas. 

* Cuando compartimos un espacio social en un ambiente impregnado de moral y buenas costumbres, apartados de la inocuidad social y el vicio, donde las estrategias éticas son la base de desarrollo en las diferentes temáticas del comportamiento.

* Cuando estamos decididos a servir sin esperar recompensa.



Ser un auténtico masón no es fácil. Es por este motivo que muchos curiosos, cowans, oportunistas y fariseos han querido desvirtuar con su engañosa presencia en el seno de nuestros augustos misterios, la magnitud de tan fascinante compromiso humano. Son ingenuos merodeadores del fracaso, incautos pasajeros del destino quienes en desafortunada pasantía desconocen que la Masonería es un insigne tabernáculo de luz custodiado por fuerzas egregias de insospechada magnitud.


Abundan grupos activos de QQ HH, regulares, perfectamente apartados del objetivo social y del verdadero compromiso masónico - Kármicamente  borrados del cuadro - muchos de ellos rebosantes de una pródiga retórica pero ausentes de la pragmática realidad humana. Son HH pavoneándose del ego literario mientras se incrementa el vacío de su responsabilidad masónica; masón no significa públicamente parecerlo sino sensiblemente demostrarlo.

En muchos países se han construido columnas pero también otras son abatidas porque se ha infiltrado el ausentismo, perdido la constancia y debilitado sus sólidas bases de apoyo espirituales. Son Obediencias que parecen contaminadas con los incomprensibles reflejos amorales de sus conflictivos y convulsionados países, donde los básicos pedestales cabalísticos están pernoctando como anales de la historia. Logias donde el sublime compromiso por el Egregore patrio, que otrora conformara la prioridad de nuestros heroicos Hermanos, continúa siendo para muchos un  amorfo símbolo ante  la excelsa maestría masónica que implica el reconocer una innata y mancomunada obligación de lucha por una patria libre de absolutismo, descomposición y desigualdad.

Hacer patria no es necesariamente política, es una abnegada función social en lontananza del umbral político; el fin justifica los medios y el honor al compromiso supera las oxidadas barreras de la indiferencia. Un aprendiz entiende que sus talleres se enriquecen en el infinito diámetro de tan emérita fraternidad cuya sumatoria evolutiva individual refleja el contenido de su valor agregado total.  El iniciado necesita reconocer que la unión y el altruismo entre todos los masones magnifican su fortaleza, la que se debilita por la segregación, las diferencias, y los mediocres ambientes  de románticas tertulias enmascaradas de banas “mega-suficiencias”.

Un auténtico Hijo de la Viuda entiende su veneración y respeto hacia el aspecto ying de la existencia; propende por una sociedad justa donde no se vulneren los derechos humanos bajo ningún condicionamiento. Aboga de manera decidida por reivindicar el status de nuestros débiles congéneres, gentiles hermanos marginados por una sociedad indiferente, corrupta y arrogante. En síntesis, un iniciado masón es sencillamente un holograma divino diseñado bajo el más excelso juramento de título para equilibrar la férrea balanza de la incomprensión humana; una razón de vida más allá de la fuerza de la realidad en pleno desarrollo, encarnada como motivo de integridad entre la abnegación y el sacrificio, la praxis de la maestría multiplicada por el coeficiente de la lealtad humana.
Tres veces seis

En este convulsionado planeta, gracias a la presencia de masones el ordenamiento mundial ha sido muy generoso y significativo. El aporte de nuestra familia masónica ha marcado definitiva presencia en los diferentes escenarios de la política, la ciencia, el arte y la tecnología hasta poderse inferir que sin la participación masónica el desarrollo  humanitario y el respeto a la libertad hubiesen sido incipientes. Por los registros de la Masonería han transitado hombres ilustres, ciudadanos bienintencionados quienes han dejado una huella imborrable de su incansable labor humanitaria en los diferentes tablados de nuestra maltratada Gaia. Civiles, eclesiásticos, militares, artistas, políticos y grandes pensadores, han marcado la diferencia entre el despotismo y la humildad, entre la tiranía y la democracia. Masones de ayer y de siempre entendiendo el compromiso iniciático de libertad, igualdad y fraternidad (:.) han logrado hasta con el precio de su propia sangre enarbolar con orgullo varonil la bandera de la reivindicación social. En honor a la verdad, la historia de la humanidad ha sido iluminada con el conocimiento, el esfuerzo y la voluntad del espíritu masónico.



Las grandes luchas por la emancipación y la independencia de los Estados Unidos de América, la Gran Colombia, Mar del Plata y Sur América, o en la Revolución Francesa, han sido gestadas bajo la estrategia y el coraje de ilustres héroes masones. La presidencia de muchas naciones, los avances  por la defensa los DD HH,  el liderazgo de estamentos políticos, científicos, y religiosos, y las luchas contra la esclavitud, el abuso y el dominio foráneo han causalmente involucrado titánicos forjadores, iniciados en las académicas huestes incondicionales de los tres puntos.

En la República Democrática de Colombia son muchos los personajes de progresistas principios y mentes esclarecidas que orgullosamente han engalanado el valor, y enaltecido la imagen  del ejercicio masón:

José María Córdoba Antonio Nariño
Juan María Obando Rafael Uribe Uribe
Tomás Cipriano de Mosquera José Hilario López
José María Melo Manuel Murillo Toro
Eduardo Santos Darío Echandía
Alberto Lleras Camargo Germán Zea Hernández
Luis Cano Benjamín Herrera
Luis E Nieto Caballero Leo Kopp (Bavaria)
Jorge Eliecer Gaitán Antonio Ricaurte Lozano
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Ilustres Masones venezolanos, han abnegadamente participado en la independencia de muchas naciones, y construido libertades y democracias, democracias algunas que lastimosamente duermen por somníferos de corrupción y de autocracias baratas:

Francisco de Miranda Francisco de Paula Santander*
Antonio José de Sucre José Antonio Páez
Rafael Urdaneta José Arismendi
Simón Bolívar Andrés Bello
Simón Carreño Rodríguez Antonio Guzmán Blanco
Rafael Caldera Raúl Leoni
Carlos Andrés Pérez Arturo Uslar Pietri

PRESIDENTES MASONES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
RONALD REEGAN, LYNDON JHONSON, BARACK H OBAMA, GERALD FORD

Masones en la historia:

Wolfang Amadeus Mozart Ludwig Von Beethoven
Johann Christian Bach Héctor Berlioz
Duke Ellington Franz Joseph Hayden
Franz Listz F. Bartholdy Mendelssohn
Niccolo Paganini I. J. Pleyel
Irving Berlin Charles W Peale
Giacomo Meyerebeer Sigmund Romberg
Nat King Cole Louis Angstrong
John Wayne Peter Sellers
Mario Moreno Sigmund Romberg
Alejandro Dumas Alexander Pope
Miguel de Cervantes Emile Zolá
Benito Juárez Charles Lindberg
Martines Depascualli Saint Yves d´Alveydre
Jean Claude de Saint Martín Francis Bacon
Conde de Saint Germain Giuseppe Balsamo
Enmanuel de Swenderborg Jean Baptiste Willermoz
Alexis Tolstoi Victor Hugo
Renato Descartes Francois Ravelais
Isaac Newton Blas Pascal
Manuel Belgrano J Jakob Berzelius
Robert Burns Richard Byrd
J F Champollion Marc Chagall
José Cortés de Madariaga Oliver Cromwell

Gran Logia Masónica de Washington

Manuel Piar Juan Pablo Duarte
Arturo Pratt José F de San Martín
Mohandas Gandhi Giuseppe Garibaldi
Mijail Gorvachov Isaac Newton
Thomas Dunckerley Henry Ford
Anthony Sayer Rudyard Kipling
Federico el Grande Buffalo Bill
Prince Hall Joseph Banks
Marqués de Lafayette Arthur Conan Doyle
Manuel Belgrand Martin Luther King
Jack Dempsey Dennis Diderot
Henry Dunant Luis Companys

Esfinge Masónica en Utah

Shinzo Abe Benhamin Betanyahu
Miguel Graw Stephen Morin
Nelson Mandela José Ortega Gasset
Juan Domingo Perón Salvador Allende
Porfirio Díaz Rubén Darío
Francois Marie Arovet (Voltaire) Maximilien F Robespierre
Sugar Ray Leonard Samuel Colt
Sigmund Freud Winston Churchill
Walt Disney Carlo Collodi
Rafael Piñeira Allan García
Andrea Palladio Giuseppe Massini
Principe de Gales Eduardo II de Inglaterra
Miguel Hidalgo Rey Carlos de España


Rodríguez Zapatero José Maria Asnar
Felipe González Albert Pike
Federico II de Prusia Alexandre Fleming
Augusto Sandino Anastasio Somoza
Tony Blair Jorge Mario Bergoglio
Angelo Roncalli Giovanni Battista Montini
Eugenio Espejo Eloy Alfaro
Narciso López Vicente Fox
Felipe Calderón Salinas De Gortari
Vittorio Alfieri Elías Ashmole
Alexander Eiffel Samuel Hahnemann
Johann Wolfgang von Goethe Edmund Hillary
Alex Haley Pierre Simon LaPlace
Antoine Lavoisier Leopoldo Lugones
Douglas McArthur Francois Mauriac
Franz Anton Mesmer Rouget de Lisle
Charles de Secondat de Montesquieu Thomas More
Horacio Nelson Bernardo O´Higgins
Jean Jacques Rousseau Charles Richet
Rafael Sabatini Walter Scott
Rabindranath Tagore Mark Twain
Alexander Pushkin Crawford Long
Joseph Brandt Robert Burns
Vicente López y Planes James Anderson
Robert Ambelain Georges Danton
Alejo Carpentier Baden Powell

Gran Salón Logia Masónica de Washington

Masones Premios Novel:

E V Appleton Jules Bordet
Leon Bourgueois Jean Henri Dunant
Enrico Fermi H M La Fontaine
Frederick Hopkins Aristide Briand
José Echegaray y Eizaguirre Santiago Ramón y Cajal
Alfred Herman Fried Carl von Ossierzky
Wilhem Ostwalt Frank Billings Kellogg
George Marshall Albert A Michelson
Salvatore Cuasimodo Eliu Root
Hermann Staudinger Gustav Stresemann
Barack Obama

Gran Logia unida de Inglaterra en Londres

Logia Masónica en el palacio de Buckingham (Inglaterra)
Felipe de Edimburgo

Salón de ceremonias en el palacio de Buckingham

Algunos Masones en la NASA:

Neil Armstrong Edwin Buzz Aldrin
Edgard Michell Jack Parsons
Donn F Eisele Thomas Stafford
Fred Kleinknect Abe Silverstein
William Cooper Leroy Gordon Cooper
Guss Grisson Paul J Weitz
Allen Shepard William Pogue

National Aeronautics and Space Administration

El mundo actual es un reconocido complejo de dinamismo y cambio acelerado en espiral; un espacio que implica replanteamientos y adaptación a la polémica realidad del temporal contemporáneo. Toda empresa, sociedad  o unidad productiva requiere actualizarse,   de lo contrario el efecto placebo en desarrollo la desplazará. El peor error de las instituciones consiste en dormirse en los laureles de su fortuita inmortalidad pretendiendo que todo lo que fue siempre será.

La Orden Masónica como una sensible organización humana no se escapa a esta relevante realidad, y mientras en el seno de algunos Orientes -de tan noble linaje- no se reconozca su lenta evolución con incierta tendencia al estancamiento, su loable futuro  comienza a desglosar las amarillentas páginas de su gloriosa remembranza. Los hombres trascienden, los oscuros cabellos se platean y enralecen, las fuerzas enmudecen, el huérfano generacional de relevo escasea o instintivamente se obstina ante las reiteradas copias al carbón de lecturas pretéritas. El manto que cubre variables discretas, tanto de la fundamental esencia masónica como de sus tradicionales valores, principios y reconocidos protocolos, se ha tornado  estandarizado en los siglos de su memorable épica, sin ajustarse a las necesidades de los tiempos  y de las solícitas y silentes peticiones de los ilustres maestros de vanguardia.


Los métodos modifican, los procesos crean, y aunque los valores humanos, la moral y el respeto no deben modificarse en su fondo,  esencia y forma, sí pueden innovarse en su enfoque, enriquecerse y adaptarse. No se trata de transformar nuestros sagrados símbolos; todo lo contrario, enaltecerlos otorgando  pragmática visión  a la altura de las circunstancias actuales, imponiendo siempre entusiasmo y correlación de objetivos consecuentes con las necesidades de nuestra conflictiva geografía. Es obligante revisar periódicamente el contenido del Código Moral frente al incierto progreso de nuestro enmascarado quehacer social. El nuevo ordenamiento mundial implica considerables cambios estructurales y voluntades de acero, sin esconder con indiferencia la obligatoria conciencia social  ante el paso del organizado desorden autocrático que amenaza la condición humana  estableciendo la desigualdad, el abuso, la inseguridad, la mentira y la  más despiadada miseria.

Somos grandes pero los sublimes contextos nos exigen gigantes; tenemos poder pero la historia nos reclama heroísmo; poseemos un alma quijotesca pero la patria nos pretende hidalguía. El cambio y la actitud demandan nuestra inmediata presencia en los más pródigos escenarios del amanecer tricolor. Nuestra responsabilidad gira con dignidad entorno del deber fraternal, de una convicción  pluralista de libertades y de la imperiosa igualdad hacia un horizonte de felicidad.

Parafraseando el pensamiento americano de J F Kennedy podemos inferir: “No solo preguntes que puede hacer la masonería por ti, sino también que puedes hacer por la masonería”. Inmortales emolumentos adornan nuestros arreos de templanza interior: la posesión innata de un pasado glorioso y el orgullo incuestionable de ser masones. 

Que todos seamos eternamente felices. 

Honor y Gloria al G:.A:.D:.U:.

Felas du Richard. Caballeros Masones Élus Cohen del Universo. Abril/2015, año M:. 6015

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