viernes, 8 de septiembre de 2017

Conspiración y Destino del Alma

A: L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

Felas du Richard

El ser humano para su manifestación en este plano requiere de una amalgama energética de cuerpo físico y cuerpo anímico inter-penetrado de una esencia espiritual emanado más allá de la energía. Una trilogía de lo que convencionalmente se ha clasificado como cuerpo, alma y espíritu. El espíritu correspondería a la esencia, el alma al fondo y el físico a la forma de la manifestación.

               Espíritu        (Ains):       Conciencia, voluntad.
               Alma       (Energía):       Emociones, sentimientos, mente, intuición.
               Cuerpo    (Materia):       Anatomía, fisiología, morfología.

De la esencia es casi nada lo que pueda decirse por concernir a la dimensión de lo divino aunque muchos comerciantes de la supuesta verdad absoluta han inferido y hasta especulado sobre “Algo” muy sobrenatural que se escapa de los confines de la mente. Han creado volúmenes de mentiras y poderosas organizaciones con el único fin de manipular la conciencia humana a cambio, básicamente, de dinero, poder y cultos elitistas.


Grupos filosóficos y pseudo religiosos continúan jugando con la dignidad y la ignorancia humana, enriqueciéndose bajo la veneración de dioses falsos, apoyados por la ingenuidad de la inocencia cognoscitiva. Y aunque muchos de estos mercantilistas desde su vértice estructural, como el Vaticano, conocen el tamaño de la comedia, continúan alimentando irresponsablemente el obscurantismo humano, conociendo perfectamente el eco de la quimera, y el abominable fundamento y desenlace de sus absurdas manipulaciones.


¿Qué es el alma?
El alma es un recipiente sutil de códigos que anima la estabilidad humana y el inexorable efecto evolutivo, influyendo notablemente en la estabilidad y calidad celular. Cientos de tratados se han escrito por un sinnúmero de pensadores de todas las épocas sobre el alma y el cuestionamiento humano.

"El pensamiento occidental recayó en el dualismo entre cuerpo y alma:

  • Descartes define alma como cosa pensante opuesta a cosa "extensa" (res cogitans versus res extensa).
  • Baruch Spinoza habla del alma como atributo y modo de la substancia divina.
  • Leibniz la llama mónada cerrada en sí misma.
  • Theodor Lessing, la define como aspiración infinita.
  • Kant la califica de imposibilidad de aprender lo absoluto.
  • Fichte, la define como saber y acción.
  • Hegel dice que el alma es el autodesarrollo de la idea.
  • Friedrich Schelling la define como potencia mística.
  • Nietzsche considera el alma como invención y ente imaginario del común de la gente, que ayuda a fortalecer las creencias de la existencia de un dios o, más específicamente, de "Dios".
  • Freud, como diferencia entre el "yo" y el "super-yo".
  • Jaspers la define como "existencialidad".
  • Ernst Bloch la ve como realización originaria del futuro." 


Las definiciones dogmáticas del Magisterio de la Iglesia Católica tratan principalmente de las relaciones entre alma y cuerpo. Las principales se resumen:


  • El hombre tiene una sola alma (ψυχή)
  • El alma (anima intellectiva) existe en cada hombre como individualmente distinta y es inmortal en esta diversidad individual.
  • El alma (anima intellectiva) es forma corporis por sí misma.
  • Del Papa Juan XXIII: El alma puede tener la visión plena de Dios, sólo después de la muerte.
  • El alma es creada e infundida inmediatamente por Dios en el momento de la concepción.
  • El alma no pertenece a la substancia divina.
  • El alma no lleva una existencia pre-corporal. El alma no tiene un origen material.
  • Ella constituye el principio vital del hombre. Es superior al cuerpo. Su espiritualidad puede ser demostrada.

El Concilio Vaticano II supera el esquema alma-cuerpo y habla de persona. "El hombre es uno en cuerpo y alma y transciende en su interioridad la totalidad de las cosas..."


El Papa Juan Pablo II en locución dominical, publicada en L'Osservatore Romano (14/01/1990), dijo que "los animales poseen un soplo vital recibido de Dios", citando los Salmos 103 y 104, siéndoles reconocida, por tanto, el 'alma sensitiva' (griego 'pneuma', soplo, aire), sin olvidar que el vocablo 'animal' proviene del latín 'anima' (alma). "Los animales poseen un alma y los seres humanos deben amar y sentirse solidarios con nuestros hermanos menores". Parece ser que los animales menores dado su origen específico y misterioso tienen su propia alma grupal.

En otras culturas como la asiática, la africana, y la americana,  se encuentra un concepto de alma analógicamente similar al concepto desarrollado por las religiones del grupo judeocristiano (incluyendo el Islam como apéndice del judaísmo) y la filosofía europea.

El alma, desde el punto de vista védico es El Ser, que por naturaleza es eterno, sin nacimiento ni muerte, sin principio ni fin, de matriz diferente a la del cuerpo físico y que posee “conciencia propia”.

La ciencia material o la que estudia los fenómenos físicos o materiales, es limitada porque generalmente se abstiene de estudiar fenómenos espirituales ya que su naturaleza es diferente a la física.

El budismo enseña que todas las cosas son cambiantes en un constante estado de flujo. Todo es pasajero y no existe algo perenne. Eso vale para todo el cosmos y por ende a la humanidad. No existe un "Yo" permanente.

El Anātman expresa en esencia la idea budista de aquel continuo cambio. El error de creer en un "Yo" permanente es la fuente de los conflictos humanos y de los deseos mundanos. El apego a los defectos de la existencia cíclica está  asociada a múltiples reencarnaciones o samsara." 1


Según las acepciones a través del movimiento cultural, todos los tratadistas de alguna forma coinciden en concebir el alma como un ente etéreo, dinámico y esencial para la manifestación humana. Consideran el alma como un recurso aportado por Dios, inmortal y determinante.

El alma es una energía poderosa e imprescindible. Como energía, es teóricamente inmortal ya que por leyes de la física se conoce que la energía es cinética y simultáneamente potencial como materia prima animada de la manifestación, sin origen ni final identificado, perteneciendo a los designios y grandes enigmas de lo inaccesible. Pero, ¿puede el alma ser manipulada, fragmentada y perecedera?

A través del alma sentimos, manifestamos emociones que van desde el afecto hasta la codicia, pensamos gracias a la incorporación de esferas mentales, presentimos, intuimos, acertamos y nos equivocamos. El alma es un elemento muy valioso del ADN anímico implantado en los seres humanos con fines evolutivos y de estabilidad. Es el fondo de la existencia.

¿Cómo nos integramos holísticamente?
Todos los seres humanos nacemos desde una esfera femenina llamada óvulo que contiene un pronúcleo esferoidal que alberga la chispa anímica, hasta 46 cromosomas y dos puntos magnéticos más una membrana que protege y sostiene. En el momento del apareamiento el óvulo se rodea de miles de espermatozoides pero pre-selecciona, mediante frecuencia vibracional a un muy pequeño y selecto grupo de espermatozoides. 


De éstos el pronúcleo selecciona normalmente un solo espermatozoide que al ingresar al óvulo abandona su cola y su cabeza se expande exactamente al tamaño de la esfera pronuclear. Comienza a incorporarse al pronúcleo formando una vesica piscis y de inmediato el cigoto. El espermatozoide asignado puede contener hasta 22+1 cromosomas; en caso de una diferencia cromosomática esta es aportada por el pronúcleo femenino. El óvulo selecciona de manera automática e inteligente su complemento ideal.

El alma entonces, es una chispa vital anímica implantada en el óvulo femenino. Esta chispa dinámica comienza a hacer presencia desde el momento que se forma el cigoto y se comienza a desarrollar el embrión de un ser vivo, lo que explica el efecto emocional del feto al contaminarse internamente con modelos de comportamiento de su mundo exterior.

A este “nuevo” Ser, una vez separado del cordón umbilical que lo mantiene unido a la madre, se le implanta la sublime esencia espiritual de su asignado holograma divino.

El alma -en proceso de estructuración- desde ese instante continuará alimentándose de experiencias, creencias, miedos, engaños y supuestas realidades de la matrix socio cultural planetaria, hasta el último día de su programación existencial.

El cuerpo físico se va oxidando debido básicamente al stress, a la presencia de radicales libres, a las influencias de geopatías y a la calidad del agua que rodea la célula.

Aunque no todas las almas son iguales, la mayoría se van depurando adquiriendo experiencias, aprendizajes y comportamientos modificados, convirtiéndose en cuerpos sutiles o receptáculos energéticos cada vez más valiosos.

¿Qué pasa aquí y más allá?
Hasta ahora todo es un posible periplo de felicidad; sin embargo, comienzan a emerger los engaños existenciales por entidades encargadas de ocultar la verdad, implicando la imperiosa necesidad de revisar los conceptos tradicionales de aprendizaje y evolución, Karma y reencarnación, túnel de luz, personajes “celestiales” y sus anexos.

Supuestamente desencarnamos y nos dirigimos por un túnel de luz hacia un jardín de belleza y paz, donde repasamos toda una ecuación de vivencias y ataduras kármicas, asistidos por seres luminiscentes y parientes de otrora que engalanan un plan deídico y reconfortante, para luego regresar a reencarnar una, dos... y cientos de veces que fueren necesarias hasta alcanzar planos dimensionales angelicales, planos los cuales nadie garantiza que alcancemos en un espacio de eternidad.

Realmente NO morimos; solo continuamos; el proceso de desencarnar es una etapa sublime hacia un ascenso evolutivo. SI transitamos dicho túnel de luz y SI reencarnamos.

Pero ¿por qué y para qué? ¿Cuál es la idea de ir y venir innumerable número de veces, sin memoria, a repetir la misma tarea y perder el aprendizaje adquirido? ¿Qué sentido tiene, y donde se encuentran las sagradas variables de la justicia y la evolución? ¿Por qué este absurdo y cada vez más lento progreso planetario?

En un orden de lógicas observaciones es imposible certificar que ciclos recidivantes de retorno, sin memoria experimental, equivalgan a lapsos ordenados y divinos de evolución. Es equivalente a repetir siempre la tarea comenzando en cero.


¿Qué es tan importante y difícil de asimilar que necesitamos permanecer en la rueda del sansara? ¿Quién diseñó ese lúdico paraíso del túnel de luz y con qué motivo? ¿Es posible evolucionar sin acumular experiencia con un solo destello de iluminación?

Lo que realmente sucede es que élites de la Tierra y seres extraterrestres nos hacen creer que Dios nos hizo. Nos hipnotizan con religiones y proyecciones de vírgenes y “santos” en nombre de un supuesto “ser de luz, de amor y de bondad” quien definitiva y absolutamente NO es el verdadero D´s arquetipo de la grandeza o supremo Emanador de la vida, origen y fuente de la divinidad.

Ojo de Horus: annunaki  con piel reptiloide

Entidades arcónticas actuando como vampiros energéticos nos hacen culpables de sus malintencionadas maquinaciones, aprovechándose de nuestras debilidades y de la matrix impuesta para  manejar, distraer y dominar nuestros actos. Los reptilianos convirtieron nuestra mente en un programa a su servicio apoyados en una matrix de vicios, creencias e indiferencias. Nos inducen a creer y adorar dioses falsos para beneficio de su propio ego, potestad y alimento. Sencillamente, la evolución humana ha sido re-creada, detenida y maniobrada por reptilianos.

El alma abandona el cuerpo en estado cataléptico a través de los hemisferios cerebrales buscando regresar a su fuente pero es interceptada al final del túnel por “energías arcónticas” satánicas antes de alcanzar su objetivo. El túnel de luz es una verdadera trampa de ilusión energética. Estas incómodas entidades utilizan un tipo de física interdimensional para robar nuestras almas apoderándose de tan valiosa sumatoria de códigos vivenciales, haciéndonos regresar vacíos de experiencia y sin esferas mentales.
  
Estos malévolos personajes trabajan para entidades extraterrestres identificadas como draconianos y annunakis de naturaleza y configuración reptiloide, quienes capturan el valioso código o contenido experimental del alma humana para sus obscuros proyectos de inmortalidad y para inyectar rasgos negativos en los clones grises, sus más fieles y desalmados sirvientes.

Estas pequeñas entidades grises son como zombies sin conciencia que trabajan para macabros propósitos reptiloides siendo quienes con mayor frecuencia circulan por el espacio aéreo y marítimo de nuestro planeta en naves lentiloides u ovnis, responsables del mayor número de abducciones y desaparición de niños y animales.


Otro objetivo de borrar la memoria humana al interceptar nuestras almas obedece a que de esta manera no recordemos absolutamente nada de tan letal y aberrante proceso de hurto reiterado de nuestras almas y por ende de nuestra evolución. Por este insospechable motivo permanecemos en la rueda del sansara o círculo vicioso de reencarnaciones, repitiendo las mismas falencias y continuados errores de anteriores vidas, sin alcance dimensional alguno, siendo la causa primordial de las depresiones y psicopatías humanas.

Estos siniestros raptores son los famosos “ángeles” bíblicos que desde hace cientos de años pululan y manipulan a la humanidad haciéndose reconocer y venerar como dioses, como el impostor dios Jehova, Yavé o Enlil, presentes en culturas como la babilónica, la griega, la azteca, la maya y otras tantas en la geografía planetaria.


La mayoría de abducciones controladas y autorizadas por reptilianos, son cada vez más frecuentes y obedecen a interceptar  e intervenir primordialmente el sutil ADN del alma -pues ya dominan nuestro código genético- sin contar otra serie de sus temibles y macabros  objetivos y actividades de barbarie  continuada. 


La idea de la mayoría de estas tinieblas del espacio exterior, quienes hoy se encuentran cientos de ellos en el centro de la Tierra, en el fondo de los mares y en el área 51, es apoderarse del planeta y estancar nuestra evolución, contando simultáneamente del beneplácito y apoyo de reconocidas élites gubernamentales, muchas de estirpe annunaki y sangre sumeria.

La presencia de ovnis surcando los cielos terráqueos y en la superficie lunar no es un juego, es una delicada realidad que se expande a pasos gigantescos, aprovechando el adormecimiento de la conciencia por efecto distractor de la vulgar mátrix que deliberadamente nos han instalado.


Por supuesto, hay otras civilizaciones (inclusive reptiloides) del espacio exterior más evolucionadas científica y espiritualmente con fines benéficos y posiblemente altruistas como los habitantes de Las Pléyades, Los Arcturianos o los seres de Andrómeda. Pero estos seres respetando las normas galácticas amor incondicional sin intervención, no se entrometen activamente en la raza humana y menos en actividades obscuras y satánicas. Los contactos con estos seres superiores son poco frecuentes y selectivos, lo que implica tener mucho cuidado y precaución ante situaciones o contactos comprometedores de esta magnitud.

Personajes extraterrestres como Enki y Enlil (hermanastros actualmente en conflicto) han venido sometiendo de manera muy controversial y a manera de dioses sumerios a los habitantes de la Tierra desde la más remota antigüedad. Esta intervención puede observarse en nuestros libros sagrados como la Biblia, el Popol vuh, el libro Egipcio de los Muertos, el Ramayana y el Mahabharatha.

El mismo Enki manipuló genéticamente el ADN del homo erectus creado con anterioridad en el planeta Tierra por seres de Lyra, para llevarlo al estado de homo neandertalis (hasta llegar al Homo Sapiens) con el objetivo de crear en su momento una nueva raza de esclavos útiles como mineros para la extracción de oro y cuarzos, productos estos que junto con las almas son los tesoros exclusivamente más apetecidos de estos consabidos dioses.

La famosa evolución del hombre primitivo hasta llegar al humano actual fue solo un truco de ingeniería genética reptiloide por seres provenientes principalmente de Nibiru y de Orion. En ningún momento fue una reacción evolutiva natural como nuestros científicos equivocadamente piensan y así nos lo han hecho creer.

El concepto evolucionista que apoya muchas de nuestras premisas científicas requiere ser revisado, necesitándose para ello mentes más abiertas y conocimientos de la realidad más actualizados.


Y qué decir del Karma o aplicación de la ley de causa y efecto, donde la deuda de lo que se haga mal o bien, más los intereses, debe ser inexorablemente vivida. Lo único que nos lleva a una reflexión al respecto es responder con una pregunta:

¿Existe aplicabilidad de ley del karma para estos salvajes y crueles reptiloides, o es que honestamente no existe esta ley universal?

¿Cómo podríamos actuar?
Ante tan abominable circunstancia se requiere abandonar cuanto antes la mátrix que nos mantiene atados a un mundo superficial y superfluo, y avanzar en el camino evolutivo que nos impide el acceso a la fuente original. Para los reptilianos somos sus esclavos.

Hay un sistema educativo que atenta contra la identidad y el desarrollo progresivo de los valores humanos de los hijos de Gaia; el hemisferio derecho para muchos humanos se marcha sin estrenar y para pocos se utiliza en un mínimo porcentaje de su magnitud.

Las drogas, el consumismo, la banca, los medicamentos, las vacunas, la música estridente y satánica, los medios audiovisuales, los alimentos y bebidas (ver: Enigmas de una próspera civilización) conforman el contenido de esa mátrix distractora que está agobiando nuestra personalidad y deteriorando nuestra dignidad humana.

La presencia de políticos corruptos y complacientes con la élite reptiliana que maltratan a los pueblos y fortalecen la pobreza, la violencia, la ignorancia y la involución, son los verdaderos patrocinadores de la desnaturalización de nuestro planeta.

¿Y dónde está ese D´s que permite tan aborrecedora manipulación?  La Fuente del Ains es indiferente a esta absurda posición por lo tanto es inútil esperarla. Ese verdadero D´s que tanto anhelamos se encuentra en cada uno de nosotros pero las invertidas creencias especialmente las religiosas y los miedos nos coartan la comprensión de nuestra verdadera posición cósmica. El dios que supuestamente mora en las iglesias y en los templos mercantilistas es un dios farsante que nos programa y se nutre de nuestros miedos, inseguridades y debilidades, apoderándose reiteradamente del contenido humano. Es la más aberrante mentira del averno humano.

Esos dioses fisiológicos auto-envestidos de “santidad” son seres menos evolucionados espiritualmente, ignorantes esbirros de la moral y verdugos de la ética universal, quienes como a hormigas nos proyectan y pisotean en el patio de nuestra propia casa.

Esos impostores fueron los mismos quienes desde el génesis de nuestra creación se opusieron a que fuéramos libres e inmortales, interviniendo el genoma humano en un planeta que nos proporcionaba en abundancia el maná de nuestra sabiduría.

Somos co-creadores de belleza y orden, y por lo tanto debemos entender que sí somos y que sí podemos. Necesitamos deducir que somos entidades divinas así nos encontremos en un fugaz juego inoportuno de aprendizaje.

Somos consecuencia holográfica de El Emanador con poder suficiente para exigirnos libertad evolutiva, y manifestar en el ajedrez de la vida nuestro verdadero potencial energético; mientras nos sintamos peones de la mátrix y alfiles incondicionales de nuestros “dioses” nunca encontraremos nuestra verdadera realeza.

Necesitamos estar alertas pero nunca duales. El concepto dualidad impuesto muy marcadamente en el ADN humano por la comedia trágica y embaucadora que nos han venido programando, está debilitando el código de la psiquis y reforzando la inseguridad humana. O somos o no somos. O actuamos o nos vencemos. O luchamos por nuestra libertad o perdemos nuestras almas. Esa es la consigna del comportamiento.

Es indispensable y prioritario recobrar nuestra auto-confianza para olvidarnos de los dogmas de fe y de las promesas. Así podremos  definitivamente convencernos que todo lo podemos lograr si realmente lo decretamos, y aplicamos el poder implacable de la convicción, libres de miedos e inseguridades.

Debemos cuanto antes alejarnos del patrón conductual que como rebaño de marionetas nos maneja y nos impone una unidad de pensamiento, al servicio de un supuesto dios que nos oprime para apoderarse de nuestras almas, y de nuestro bello hábitat planetario.

El ser humano tiene tanto potencial que uno solo de nosotros está en capacidad de cambiar el mundo. Somos verdaderos Dioses pero lamentablemente no lo sabemos y si lo llegáramos a saber no lo creemos, y si lo creemos no lo aplicamos, debido a una serie de negligentes dudas y malintencionadas creencias religiosas impartidas enfáticamente desde una degradante mátrix social.


Si al desencarnar nuestras almas evadieran el cruce del túnel, se reencontrarían de retorno con experiencias inolvidables del pasado como han  sido documentadas con personajes como Mozart, Tesla, el fraile italiano José de Cupertino, o los grandes genios, arquitectos de maravillosos inventos y desarrollos industriales necesarios para la evolución y el bienestar planetario.

Al desencarnar o “morir” aún  poseemos conciencia y es ahora cuando observando el túnel de luz blanca debemos recordar que es una trampa letal de involución. Entonces, necesitamos marchar decididamente en dirección contraria, donde encontrará otra vertiente de luz y repetir:

Debo regresar a la fuente divina. Regresaré a mi propia fuente en nombre del Kristo cósmico. Por mi poderosa voluntad regresaré a mi propia fuente y nadie lo podrá impedir”.

Cuando rompamos el ciclo aberrante de la rueda de sansara hemos alcanzado la verdadera liberación. Regresando a la fuente se recordará; las experiencias se activaran en nuestra memoria, y acabaremos con las mefíticas y aberrantes intenciones de los crueles dioses de la obscuridad.

Recordemos que todo en este mundo es abundante si realmente lo ordenamos y queremos tomar posesión de la abundancia. No se trata de apartarse del mundo, todo lo contrario. Este es nuestro mundo, nuestro hábitat y nuestra fuente sagrada de riqueza, solo que debemos romper con la envidia, el apego y la desigualdad.


Actuemos siempre libremente y con rectitud donde la moral sea nuestro horizonte y la gratitud el emblema de nuestro acervo fraternal. Rompamos con humildad esa enquistada mátrix que compromete nuestra verdadera identidad y hagamos de este mundo un verdadero universo de riqueza, respeto y responsabilidad.
  
De esta manera se nutren nuestras almas y muy seguramente regresaremos para llevar esta nave hacia una dimensión de la grandeza. No permitamos que continúen hurtando nuestras almas, ni que acaben con nuestras ilusiones, ni que usufructúen de nuestro planeta y por supuesto que No coarten nuestro proceso evolutivo.

QQHH: Por el karma no hay porqué preocuparse, ya que mucho de ese karma no nos pertenece. Lo que fue, ahora es historia. Solamente hace falta nunca repetir la faena ni sentirse culpables; por el contrario, es nuestro sagrado compromiso multiplicar infinitamente el servicio desinteresado sin patrocinar la miseria, luchar decididamente por la igualdad y enriquecer positivamente las acciones productivas.

Que todos seamos eternamente felices.

Felas du Richard



Caballeros Masones Élus Cohen del Universo, JEG
República de Colombia, julio del año 2017, a:.M:. 6017

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