domingo, 13 de marzo de 2016

LIBERTAD - IGUALDAD - FRATERNIDAD

A: L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.


Por: Felas du Richard
Caballeros Masones Élus Cohen del Universo

Desde la existencia de la Francmasonería se ha exaltado el concepto de Libertad formando el tridente filosófico  del pensamiento masónico, junto con los valores de la Igualdad  y la Fraternidad. En nuestro espacio se ha luchado otrora por la Libertad hasta derrotar, inclusive con la vida, el imperio de la segregación y la tiranía; pero ahora, pocas veces se ha hecho un ensayo pragmático de cómo se hace y se ejerce la Libertad, de cómo se hace y se practica la Igualdad y de cómo se hace y se vive en Fraternidad, para obtener dignidad, identidad, belleza, unidad y orden. 

LIBERTAD

La Libertad es un ejercicio sagrado de la voluntad, reflejo del espíritu como razón de la existencia para alcanzar la evolución humana, plasmada en el perfecto esquema del genoma universal. En una sociedad organizada la libertad está enmarcada en restricciones legales y éticas, de tal manera que un supuesto libertinaje no transgreda los derechos y el bienestar de los demás, quienes con sapiencia reconocen la necesidad de enarbolar simultáneamente el valioso sentido de la responsabilidad.


El concepto de Libertad está relacionado al pensamiento como el ideal abstracto que regula el comportamiento humano, al respeto como iniciativa de tolerancia en convivencia y a la responsabilidad como el soporte básico de entendimiento para ejercer en libertad.

La libertad responde a un legado divino diseñado en argumentos inalienables fundamentados en la razón, la justicia, la educación, el altruismo y la convivencia. La libertad dignifica el elemento más sublime que caracteriza a una legítima democracia. La libertad también hace posible el perfecto condicionamiento en un estado de comunismo puro donde la conciencia individual debe coincidir con los acordes de una conciencia grupal, porque libertad no es apego, no es tiranía, no es esclavitud, no significa libertinaje; tampoco implica iniquidad ni desconocimiento de la dignidad humana.

La libertad se expresa en la moral, la responsabilidad, el progreso  y la justicia y se manifiesta en felicidad personal y en bienestar para los pueblos. Se copia genéticamente como núcleo de aprendizaje y se practica, se idealiza  y perfecciona en la carrera de la vida como respuesta a una necesaria condición socio-política de desarrollo humano.

El sentirse libre se refleja activamente en la ética, en la cívica, en el comportamiento y  en el ordenamiento social,  y nada ni nadie tiene ningún derecho moral para restringirla o inhibir su inexorable desempeño.

¿En cuales estamentos debe manifestarse?
  1. Libertad para ejercer y exigir sus derechos.
  2. Libertad para ejercer y cumplir sus deberes.
  3. Libertad de expresión mientras no genere vulgaridad ni implique mentira.
  4. Libertad de religión y culto mientras no atente contra la vida, la moral y las  buenas costumbres.
  5. Libertad de asociación mientras se ejerza en grupos de bien y legalmente constituidos.
  6. Libertad de sexo mientras se establezca sin contaminar la moral, ni implicar a los menores o seres físico y/o mentalmente desprotegidos.
  7. Libertad para disentir democráticamente mientras se exprese en respeto y se escuche con tolerancia.
  8. Libertad para defenderse mientras se establezca en ley en un estado de derecho.
  9. Libertad para desplazarse mientras no exista restricción legal por motivos de seguridad.
  10. Libertad para ser feliz  y superarse mientras no lesione intereses gregarios,  ni se apele a recursos adocenados o fraudulentos.


IGUALDAD

La Igualdad es el algoritmo matemático que más nos aproxima a entender el verdadero contenido de la Unidad, de tal manera que muchos elementos iguales conforman 1 unidad.

Cuando el Supremo Emanador se multiplica, sin perder su contenido energético y/o esencia espiritual, aparece el Ser, y de todos de ellos la humanidad manifestándose en el incomprensible juego de la existencia.

La humanidad es una misma molécula espiritual -sin principio ni fin-  materializándose en empaques parecidos que se reciclan en la misma energía, conformando realmente una sola Unidad.


Aparecen las sociedades y con ellas las diferencias y las desigualdades fruto de emociones atípicas como la envidia, la segregación, el apego, pero primordialmente la ambición. El trato, las oportunidades, los derechos y recursos empiezan a formar parte del inventario de ilusas fantasías de unos pocos, apareciendo como lógica respuesta los conflictos sociales y una interminable guerra de intereses por la supervivencia, dentro de un prolijo cuadrilátero de injusticias donde el “imparcial” árbitro es el fatuo poder de los señores de la ambición quienes ostentan el 90% de lo que le pertenece al 90% de nuestros débiles y “desafortunados” congéneres.

La igualdad debe ser económica y social, entendiéndose por igualdad económica el derecho al trabajo y a una justa remuneración enmarcada en un ambiente de posibilidades altruistas y equitativas de mejoramiento y bienestar al alcance de todas las personas, sin discriminación alguna. De esta manera y con el decidido apoyo de la educación y el inteligente esfuerzo de la realización, se vayan paulatinamente superando las barreras de una incoherente y absurda estratificación social, mediante una planificada agenda de movilidad vertical.

La diferencia de derechos por género ha hecho de las mujeres como una especie de raza alienígena a quienes el abuso y la violencia son su único patrimonio. El maltrato a los niños y el olvido a la experiencia; la marginalidad a los campesinos, a los afro-descendientes, a los indígenas y a las clases sociales menos favorecidas, implican un extenso  y deforestado bosque de desigualdades.


La desigualdad, lamentablemente, es un fenómeno mundial donde tanto los escenarios democráticos como socialistas no han querido solucionar, todo lo contrario, las diferencias han ido tomando más hegemonía. Tal vez estos modelos tradicionales son obsoletos frente al creciente clamor por sociedades igualitarias más justas y ordenadas. Seguramente el surgimiento de un nuevo orden social en función de libertad, igualdad y fraternidad logrará la verdadera Unidad, compartiendo un mundo cada vez más integrado, justo y próspero. Mientras coexistan regímenes y gobiernos como los actuales nadando en la corrupción y en la impunidad, difícilmente se logre la tan anhelada identidad humana. Sin igualdad no se puede ejercer justicia; sin justicia se incentiva la entropía social.


La filosofía masónica incluye el desarrollo del hombre, el amor a la patria y la sublime interacción social. Dentro del seno de nuestra amada Orden debe surgir el despertar de la conciencia hacia una sociedad igualitaria, donde impere la justicia para todos en las mismas proporciones y donde todos nuestros hermanos con quienes compartimos este planeta obtengan igualdad en trato, en derechos y en oportunidades; no necesariamente porque nos lo merecemos como ciudadanos cotizantes sino básicamente porque somos UNO, independiente del color del empaque o de la circunstancia. Todos Somos Iguales. En realidad somos hologramas perfectos del Emanador o Causa Prima de la realidad; energía danzante en el infinito sueño de la Realización.


FRATERNIDAD

La Fraternidad es un vínculo de solidaridad tendiente a una identidad común de la existencia. Conceptualizan las religiones del mundo, al igual que nosotros los  masones, que todos somos hermanos, sin embargo, en la praxis es solo una verdad parcial. En el nicho de nuestra Gran Amada Orden - casi al igual que los médicos con el juramento hipocrático - el concepto frater es relativo y circunstancial y aunque no puede generalizarse, el elemento verdaderamente gregario se encuentra disperso y es poco relevante. Hemos ido perdiendo esa divina oportunidad y desperdiciado el gran potencial que amalgama nuestra sociedad masónica. Somos HH presenciales halando para diferentes direcciones, con algunas columnas abatidas  y muchos HH en  cuadros de irregularidad,  y a pesar de cualquier inconsistencia nos debemos sentir orgullosos de ser Masones y nunca perder  nuestro acertado oriente.

Especulemos  por un instante ¿Que pasará el día que nuestra identidad como masones se despierte y nos unamos Fraternalmente, y trabajemos al unísono todos los masones del mundo? Seguramente sería el amanecer de un gran cambio hacia un Nuevo Orden Mundial. Por lo pronto las metas por país y la disolución de las mezquinas fronteras ideológicas y ojalá físicas, comenzaran a hacer la diferencia, de lo contrario la revolución de las masas reclamarán su olvido y marcaran su incierto futuro en un planeta herido por las agresiones de sus inconscientes moradores.

La Fraternidad debe entenderse y manifestarse desde tres puntos de vista: la gratitud, la rectitud y el servicio. Si fallan alguno de estos valores la fraternidad se debilita o sencillamente pierde su  natural mixtura.


La gratitud es la más sublime de todas las virtudes, es la expresión divina en la personalidad humana. Se debe gratitud al G:.A:.D:.U:. por el milagro diario de la vida, por la cordura, por la locura, por lo que se usufructa, por ser y por continuar.

Se debe gratitud al planeta que nos alberga y  al terruño que nos vio nacer. Se debe gratitud a nuestros semejantes ya que solos y aislados la estabilidad sería difícil con tendencia a la fatiga y la ignorancia. La gracia universal es vertida, por ley de causa-efecto, sobre quien otorga gratitud.

La gratitud es la memoria del corazón, su ausencia lamentablemente es una constante de la civilización actual. Muchos humanos son humildes y dóciles hasta que sus deseos hayan sido satisfechos, una vez logrado este objetivo tratan de ignorar y hasta de envidiar a la persona que contribuyó a realizarlos. Este comportamiento irracional no se aprecia en los animales;  sin embargo, es propio de un grueso núcleo de seres supuestamente “racionales”.  Por lo pronto, debemos siempre dar sin esperar y abogar en silencio por la prosperidad del otorgamiento.

El hombre debe ser consciente de los beneficios obtenidos y estar ansioso por reconocer y agradecer el apoyo recibido o al menos estar atentos de no causar daño físico o mental a las personas que oportunamente lo apoyaron.  Hoy, haciendo uso pleno de la  vanidad y de su escaso momento evolutivo, algunas personas están cargadas de egoísmo y recargadas de envidia; no han cuantificado el valor de la gratitud frente al precio de la ignorancia. El hecho de extender los brazos y darle la sincera bienvenida a las oportunidades para expresar gratitud, ensancha el corazón, fortalece la nobleza, acentúa la humildad y enriquece la confianza.


La rectitud, acción correcta o escuadra del comportamiento es uno de los más valiosos valores humanos. Cuando el pensamiento, la palabra o la acción nacen de la verdad y generan paz de conciencia se forma un Dharma o deber  cumplido. Es este el significado de la vertical que cae en plomada sobre una línea horizontal formando un ángulo de 90 grados.   Así como el dharma del sol es iluminar y dar calor, el deber de la acción es la rectitud. Solo hay verdad cuando está incorporada la rectitud que  fortalece el carácter, enaltece la ética y desarrolla fraternidad.


Ejercemos rectitud cuando dispersamos el engaño e ignoramos la mentira del valor del pensamiento. Un verdadero Hijo de la Viuda requiere ejercer la fraternidad dentro del templo y fuera de él, enfatizando que la rectitud que realza la fraternidad se comporta siempre como una constante de reestructuración del carácter. Para fungir de masones debemos tener incorporada la escuadra en nuestra mente y la humildad en el corazón.

Servir y más servir hasta derrochar alegría sirviendo, debería ser el común denominador de los ideales humanos. El servicio es el margen de utilidad más rentable en el camino hacia la realización y la liberación. Al respecto y considerando la excelsa entrega fraternal a través del valor intrínseco  del servicio, un gran Maestro en la India expresaba: “manos que sirven es superior a labios que oran”. Cuando existe tiempo para descanso y tiempo para el trabajo, también existe tiempo para servir como una sagrada variable existencial de la comprensión humanitaria.


Sentir el dolor ajeno para mitigarlo y observar su felicidad para compartirla, son signos relevantes, solidarios y descriptivos de la evolución humana que fraternalmente nos identifica. La molécula humana es una sola donde la solución a las falencias de otros también pertenece al acervo de nuestras soluciones. Nada es propio, todo es nuestro, circunstancial y etéreo.

Los poderosos macro-ideales  masones descansan. El contenido de nuestro tradicional compromiso L:. I:. F:.  clama por la universalidad. Lo que un día fue no ha vuelto a ser; sin embargo, el vértice continúa intacto para ser alcanzado cuando tanto la  dinámica voluntad humana como el surgimiento de un nuevo orden social decidan recuperar la dignidad perdida y el progreso integral en una resignada comunidad saqueada por las interminables ambiciones de sus detractores.
“ Tengo un sueño, un solo sueño: soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad ”  M:.Q:.H:. Martin Luther King


Que todos seamos eternamente felices,

Felas du Richard                                              
Bogotá, Colombia, Febrero del 2016, año masónico 6016


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