martes, 1 de febrero de 2011

LOS MISTERIOSOS CAMPOS MÁGNETICOS TERRESTRES

La magnestosfera terrestre descubierta en 1958, es un escudo que nos protege de los fuertes efectos del viento solar. Radiación constante y de gran energía que viene a nosotros desde el sol.
El cerebro humano contiene millones de pequeñas partículas magnéticas las cuales nos conectan a nosotros y a los animales al campo magnético terrestre de una forma íntima, directa y poderosa y esto tiene profundas implicaciones- ya que estos campos tienen influencia en nuestro sistema nervioso e inmunológico, en la percepción del espacio – tiempo, en los sueños, en la salud y en el resultado diario.
Si nos concentramos en lo malo que pueda suceder podríamos perdernos de las experiencias de vida que puedan evitar que esto ocurra.
Los satélites GOES detectaron un aumento en el magnetismo global que cambio para siempre la forma de interpretar a los seres humanos, y a los animales.
El Instituto Hearthmath determinó que las emociones del corazón que nos caracterizan a los seres humanos, influyen en los campos magnéticos terrestres.
El corazón humano genera un campo magnético cinco mil veces más fuerte que el del cerebro. Este campo crea un patrón áurico que se extiende a una distancia de 1.5 a 2.5 metros del corazón físico.
Los campos magnéticos del corazón se entrelazan con los campos magnéticos terrestres influyendo poderosamente sobre estos.
El campo magnético del corazón responde a la calidad de las emociones que cultivamos; de tal manera, las emociones negativas intervienen en más de 1.400 cambios bioquímicos en el organismo que se reflejan en el desequilibrio hormonal, trastorno s del ritmo cardíaco, insuficiencia mental y bajo rendimiento.
Por otro lado, capas de la atmósfera terrestre, así como de la Tierra misma, generan una sinfonía de frecuencias entre 0.01 y 300 herzios, las cuales se superponen por las creadas por el corazón durante su comunicación con el cerebro.
Si aprendemos el lenguaje del corazón – el mismo que reconoce y al cual reacciona el escudo magnético que protege al planeta – entonces podemos participar en los efectos que tiene el campo magnético en todas las formas de vida.
La relación es clara : Un cambio en nuestra forma de sentirnos con nosotros mismos y con el mundo tiene el potencial de afectar al mundo. Si el cambio es positivo el resultado será positivo. Este cambio crea una coherencia entre el corazón y el cerebro, y el efecto se extiende a los misteriosos campos magnéticos que sostienen la vida en GAIA.
La evolución está en seleccionar sabiamente lo que comemos y regular las emociones para enriquecer nuestros magnetismo.

Material recopilado por: Felas Du Richard

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.